Nuestra Danza Interior

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La Danza seductora que vivimos interiormente,

es latido constante, es respiración profunda,

es canto y silencio. 

Mente febril y Corazón apasionado. 
Espíritu apacible y puro Instinto. 
Ideas que construyen el tiempo. 
Sentires que nos elevan o nos esclavizan.
Una imperiosa necesidad de profunda paz.
Una fuerza arrolladora que debe mesurarse. 
Somos dos enamorados que se cortejan 
generando este torbellino de energía
que nos envuelve, y nos anima. 

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