Alejando la tristeza con los pinceles

Hoy me tocó consolar a mi niña por una adversidad escolar.

Había estudiado mucho para un parcial pero le fue mal, y deberá rendir toda la materia en 15 días.

Se sentía tan triste que se metió en mi cama y se tapó hasta la nariz para llorar silenciosamente.

¡Como madre podemos tomar tantos caminos en estos casos! El mío fue dejarla un ratito en soledad para que pudiera descargar el enojo y la angustia llorando.

Luego la llené de besos y le dije susurrando que en la vida muchas veces,

a pesar de los esfuerzos, de tenerlo todo calculado y sabido, las cosas pueden salir al revés.

No tenemos seguridad alguna de que logremos triunfar aunque tengamos todas las cartas en la mano.

Lo que sí debemos saber, es que no debemos permitir que nada ni nadie nos quite la PAZ ni la ALEGRÍA de vivir, aún en los días mas oscuros.

Le dije que tenía que defender con todas sus fuerzas la alegría interior, y que en los momentos de angustia y fracaso, lo primordial es conservar una absoluta calma y serenidad.

Porque solo desde la serenidad y la paz, florece la alegría que se esparce como la música, iluminando todo.

La dejé dormir un siesta larga. Ya recuperada y con una buena merienda, está pintando su dibujo de Pokemón preferido, en una de sus remeras.

Desde muy niña, aleja los temores y barre las angustias con la música y la pintura.

Enfrenta el dolor buscando la belleza en sus creaciones.

Espero que esta actitud la conserve toda su vida, que sea su modo de enfrentar los momentos difíciles, sabiendo que mientras está creando el Creador la inspira.