Hoy les comparto esta postal, que considero muy creativa.
Es muy eficaz a la hora de llamarnos la atención.
Todos llevamos una mochila en la vida. A veces el peso es tan grande que caemos y no tenemos fuerzas para seguir.
El peso y el cansancio son un signo de que debemos parar y revisar lo que llevamos en ella.
Revisar nuestros compromisos, nuestras responsabilidades, nuestros sentimientos de culpa, nuestros gestos de amor, nuestro tiempo de trabajo...
En fin, pararnos a meditar y hacer limpieza interior. Liberarnos de pesos que no nos corresponden o de culpas viejas que nos limitan. Si cabe pedir perdón y hacer reparación.
De ese modo, nuestra mochila, mucho mas ligera, nos va a dar aliento para continuar nuestra aventura.
Espero que este 2012, puedan aligerar sus mochilas y transiten caminos nuevos, con muchas ilusiones y sueños.
Los quiero mucho a todos.
Ya de regreso de mis vacaciones, nos estaremos comunicando mas seguido.
