Después de la batalla,
donde todo es fuego y cenizas,
bendita gracia del cielo es el rocío
que aplaca la ira y lava las heridas,
que calma la sed y adormece los sentidos.
Vuelven los tiempos de la calma,
donde renovamos las fuerzas para seguir la marcha.
Día de gratitud, de descanso y Alabanza,
porque en todo momento, El nos acompaña.
2 comentarios:
¡Que hermoso Edit, me ha encantado.
El siempre está.
Un abrazo. Dios te bendiga.
Edit Fabulosa reflexión
Saludos desde Abstracción texto y Reflexión
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